Titulo: "La Palliri"
Poesía: La Palliri
Autor: Manuel José Castilla
Libro: Copajira
Editada: En Salta por Rómulo
D'Uva (1949).
Ilustraciones y viñeta:
Gertrudis Chale y Carybé.
Copajira está dedicada a los mineros de Oruro y Potosi, a todos los sufridos mineros del mundo
andino, tanto hombres, como mujeres y niños.
Hecho Música: Huaiño de Ramón Navarro. Editorial Lagos.
Manuel José Castilla: Nació en
Cerrillos (provincia de Salta- Argentina) en 1918.
De raíz
folclórica sus obras, se
identifican con el hombre y la tierra. Con fuerte compromiso social, sus poemas
entre otros “Copajira” (1949),
relata con profunda sensibilidad, la dureza de la vida del minero, obra que surgió de su estancia en las minas de Bolivia,
donde se consustanció con la realidad de los socavones andinos, y la pobreza del
trabajador andino. Los cinco poemas “Alba”, “Mediodía”, “Tarde”, “Noche” y
“Sueño” representan un día completo en la vida de un minero.
Fue uno de los fundadores del movimiento “La Carpa” que convocó a grandes poetas del noroeste argentino como Raúl Galán, Julio Ardiles Gray, María Adela Agudo, María Elvira Juárez, Sara San Martín de Dávalos,
entre otros durante los años cuarenta.
Periodista en los diarios El
intransigente y Salta, autor de letras de
canciones y recopilador de coplas folclóricas.
Escribió la letra de muchas obras
musicalizadas por su inseparable amigo, el Cuchi Leguizamón,
hoy clásicos del folklore Argentino.
Su obra literaria fue largamente premiada,
1957 obtuvo el Premio Regional de Poesía del Norte (1954-1956, Dirección
General de Cultura de la Nación). Por su libro "Norte Adentro"
recibió el Premio "Juan Carlos Dávalos". En el período 1958-1960 el
Gobierno de Salta lo distinguió por el poemario "El cielo lejos". Por
"Bajo las lentas nubes", Premio del Fondo Nacional de las Artes
(Mendoza 1962-64). En 1967 Tercer Premio Nacional de Poesía por su obra "Posesión entre
pájaros". Entre otras de sus más importantes distinciones se incluyen el
Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (1973), el Primer
Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación
(trienio 1970-72) y el Primer Premio Nacional de Poesía del Ministerio de
Educación y Cultura de la Nación (trienio 1973-75).
La literatura de Castilla tuvo una amplia influencia en toda la
literatura del Noroeste argentino y del interior en general, fue el primero en
introducir la poesía social en ese ámbito.
Realizó un importante aporte a las Artes Plásticas, fundamentalmente
a la pintura, a partir de su
amistad (muchas veces registrado
textualmente, mediante las dedicatorias, los epígrafes y las preferencias
temáticas y/o retóricas en sus poemas),
con un grupo importante de plásticos vinculados a la producción
artística de la provincia de Salta Ramiro Dávalos, Luis Preti, Carlos García
Bes, Gertrudis Chale, Raúl Brie, entre otros.
"La Palliri"
MANUEL J. CASTILLA
Qué trabajo más simple
que tiene la palliri.
Sentada sobre el cáliz de su propia pollera,
elige con los ojos unos trozos de roca
que despedaza a golpes de martillo en la tierra.
Sentada sobre el cáliz de su propia pollera,
elige con los ojos unos trozos de roca
que despedaza a golpes de martillo en la tierra.
(Un silencio nocturno le
trepa por las trenzas
y oscurece la arcilla de sus manos morenas).
y oscurece la arcilla de sus manos morenas).
Qué inútil que sería
decir que en sus miradas
hay un pozo de sombra y otro pozo de ausencia;
que pudo ser pastora de las nubes
y se quedó en minera,
que pudo hilar sus sueños por las cumbres
viendo bailar la rueca.
hay un pozo de sombra y otro pozo de ausencia;
que pudo ser pastora de las nubes
y se quedó en minera,
que pudo hilar sus sueños por las cumbres
viendo bailar la rueca.
La palliri no canta
ni tampoco hila sueños.
La mirada en la tierra
y en la cabeza el cielo
de mañana y de tarde
busca sólo el silencio,
y cuando está a su lado
lo quiebra contra el suelo.
ni tampoco hila sueños.
La mirada en la tierra
y en la cabeza el cielo
de mañana y de tarde
busca sólo el silencio,
y cuando está a su lado
lo quiebra contra el suelo.
Y no sabe que a ratos,
entre sus brazos recios,
se duerme el martillo como un niño de hierro.
se duerme el martillo como un niño de hierro.
El poeta Manuel J Castilla realiza con
esta poesía una denuncia literaria sobre la vida de una obrera de la minería del
altiplano. Con la simpleza de sus versos,
describe la dramática vida de una obrera de la minería, a las
puertas del socavón.
Las palliris
“buscadoras” en el idioma quechua, escarban en las montañas de desechos
de las minas de Bolivia en busca de rocas con algún valor. La obrera minera
para ayudar a la economía de su hogar, rasca entre las miles de
toneladas de restos de roca en procura de algunos kilos de mineral, para su
venta.
El poeta cerrillano, de alto vuelo poético, se nutrió del paisaje
natal y del hombre que la habita, dando una visión diferente y pasional de la
"tierra de uno", como él la llamaba, y haciendo de ella además, un
arma de denuncia social.
Sus
viajes por las regiones del altiplano (Bolivia
Perú), quizás por alguno de sus ancestros altoperuanos, le permitió conocer el ambiente minero (las minas de Potosí y
Oruro) y el drama de los trabajadores.
Esas vivencias dieron origen al libro "Copajira".
Se afirma que
la estructuración del trabajo de Castilla, se enmarca con el sistema poético
indigenista de vanguardia, surgido al sur del Perú a fines de los años 20.
Leyendas y mitos del
“Inkarri”, (descrita por Mario Vargas Llosa en
"La utopía arcaíca"), es en este poema, un personaje mas de la gran
esperanza del mundo andino que aguarda la llegada de ese Rey Inca, que fuera en manos
de los españoles (Españarri- contracción
de España Rey) cercenado y dispersado su
cuerpo en distintos lugares del Tahuantinsuyo y el Cuzco. Las riquezas y minerales escondidos en la montaña, estos mismos metales precisos que busca la
“Palliri” con su martillo, arrancando a la madre tierra su herencia que por
siglos le fue negada.
La simbología utilizada
por el poeta es fantástica y a la vez descriptiva de la pobreza y la miserable vida del habitante puneño.
La escritura
Castillana de este poema termina convergiendo en una narrativa ya que de solo
leerlo permite dibujar el rostro, la textura de las manos y de la roca del socavón,
sin mas instrumento que su lectura.
En “la
palliri”, la poesía esta expuesta como
una denuncia étnica, al trabajo esclavo, amargo, sufrido, de la mujer en el
norte, sobre todo en la actividad minera. Invita al lector a recurrir a los
textos de historia, de geografía para
encontrar, ubicar las minas y recorrerlas.
En el poema la mujer
se muestra como madre laboriosa, abnegada, que busca en el oficio
desentrañar sus sueños.
Los versos se
inicia con un sarcasmo, “…que trabajo mas fácil tiene la palliri…”, desde su inicio se deja constancia de la rudeza y lo duro que es
la vida de la obrera minera.
El trabajo al
pie de la montaña, realizado por la palliri, fuera del socavón, por un tema de creencia popular en donde el “tío”,
dios del socavón dueño y señor de las
minas, al que no le gusta la presencia de la mujer, es descripto en el poema de
manera precisa.
La selección
en forma manual de las piedras incrustadas de minerales, por la palliri, sentada sobre su pollera, es pincelada desde
los versos con un vuelo poetico casi perfecto, cuando dice: “Sentada sobre el cáliz
de su propia pollera, elige con los ojos unos trozos de roca que despedaza a
golpes de martillo en la tierra..”.
Utiliza la
comparación del silencio nocturno (oscuro y lúgubre) para describir a la mujer
puneña, “morena de largas trenzas
negras”. Recurre así una vez mas a la naturaleza, “a la tierra de uno”, para pincelar el paisaje minero.
El silencio, “el solo estar”, la soledad
se repite en este poema, como propio de la narrativa de Castilla, (en sus obras
tales como “La tierra de uno”, “Norte Adentro”, ”De solo estar prosa”). La obrera minera
anhela un mundo esperanzador, donde el
cielo y la tierra se conjuran para hacer mas llevadero el trabajo, describe el
poeta “.....La palliri no canta ni tampoco hila sueños. La mirada en la tierra
y en la cabeza el cielo de mañana y de tarde busca sólo el silencio, y cuando
está a su lado lo quiebra contra el suelo…”
La
comparación del martillo como un niño de hierro es la mejor representación
grafica del oficio, de mujer y de madre.
La poesía de
Castilla es una poesía de vuelo poético propio, el paisaje y el hombre, son
elementos necesarios para poner de manifiesto la condición social y la
problemática del hombre puneño, la pobreza y miseria a las que están expuestos.
Esta forma de narrar, de escribir, es propia de un grupo de líricos salteños que
marcó una época en la literatura norteña, siendo protagonista de un gran movimiento del
auge del folklore de los años 60,
grupo integrado por Jaime y
Arturo Dávalos, José Ríos, César Perdiguero, Julio Santos Espinosa, Ariel
Petrocelli entre otros
Esta hermosa poesía la hizo
canción el músico Ramón Navarro, y como huaiño, recorre el mundo pincelando la vida de
la obrera de las minas andinas.
Concluyendo, Castilla practica
una ética de la responsabilidad, ya que se hace responsable de lo próximo que
lo rodea, no se mantiene pasivo en su estado de contemplación y conformismo, lo
denuncia y lo conjuga con lo dado por la madre naturaleza, se hace cargo de lo
que la tierra padece y tomando su voz, habla,
dice por ella, lo que el hombre le quito a sus hermanos, con el afán de
la riqueza
Muy bueno todo el contenido!!!
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